Cala como la lluvia, la manejable y mansa,

Cala como la lluvia, la manejable y mansa,
surge, entre las sombras sin saber el motivo,
sin tregua el pensamiento, por hallar el descanso
se cruzan los jardines, tropel desordenado
arañando salida en fría y cruel balanza;
resbaladera untada con jabón del casero,
pértiga y rociones, aliados del golpe;
como un niño trepa en busca de colores
milhojas revestidas, apreciadas las flores,
componente, producto, tónico, deseado;
para combatir seco mal nunca confesado
esa descompostura llamada de Anibal;
al que le toca, toca sin compasión divina.
Epidemia de Mayo hija de las calores.